Total Interferencia

Wednesday, February 22, 2006

Estudiar en la Fernando Sor

Hace rato que no escribo, y es un buen momento para reincidir.

Resulta que hace 3 semanas me puse a estudiar música, pero no es la cosa de estudiar con un profesor de guitarra para canturrear, sinó que en una institución para salir con el título de Técnico en Jazz y Música moderna.

Estudiar música ha sido una inquietud que tenía desde que era chico, pero que por distintos motivos no pude concretar. Ahora casi a mis 35 años empiezo a estudiar junto con un montón de gente, la mayoría niños. No me molesta que sea así, me siento renovado y me retroalimento con mucha energía de parte de ellos.

El haber entrado a estudiar formalmente música está lleno de símbolos para mi. Si logro terminar todo (cosa que pretendo hacer) al cabo de 2 años y medio voy a terminar siendo un músico, cosa que suena simple, pero para mi poder decir que soy un músico es muy distinto a decir que soy alguién que toca un poco de guitarra. Lo otro significativo es que es una decisión de largo plazo, lo que implica que mi "salvavidas virtual" de escaparme de este país si me llega a ir mal desaparece definitivamente.

Y lo sabroso dónde está?

Seguramente, las pocas personas que han leido mis comentarios anteriores dirán: "Ah!! no!! este es otro de esos textos existenciales que escribe este personaje cuando esta medio depre". A lo que contesto: NO!!

Afortunadamente mi vida se rodea de eventos suficientemente ridiculos como para comentarlos y darle sabor a lo serio.

Soy uno de los personajes más viejos, sinó el más viejo que estudia en la Escuela, sumemosle el hecho que soy extranjero, y que soy Chileno. En realidad los colombianos no saben muy bien que es ser chileno y de donde venimos y como hablamos.

Me ha pasado muchas veces que me oyen, y por ser empáticos conmigo me dicen "ARGENTINO, CIERTO?". Ante lo cual pongo cara de poto (culo, para el lector colombiano) y hago como que me ofendí, pero en realidad no, me caen re bien los argentinos y es para joderles la vida un poco a los colombianos perdidos. Entre las perdidas más brutales respecto a mi nacionalidad están las siguientes nacionalidades:

Peruano
Español
Gringo
Pastuso (Colombiano del sur)
Ecuatoriano
Uruguayo

y el peor... ARABE!!!!

Bueno, cuando ya les aclaro que soy de Chile, empieza uno de 2 rituales típicos. El primero tiene que ver con la idea fantástica que Chile es europa y que somos todos millonarios y que nos la pasamos comiendo salmón y manzanas. Es entendible, es la ignorancia típica. Ese tipo de ignorancia obviamente no es propietaria de los colombianos. Hagamos el ejercicio al revés y veremos que decimos que Colombia es donde están los narcos y se la gente se mata en la calle. El segundo ritual es el de decir que conocieron a algún chileno alguna vez.

Como creen que somos realmente pocos en Chile, me preguntan si lo conozco. Ej: “Tengo un amigo de Chile, se llama Oscar Soto, vive en Arica, ¿lo conoces?”.Este último caso es el que me ocurrió en la escuela.

Los Compañeros

Yo sé que les eché flores al comienzo de este comentario, pero tengo que decir que también existen algunos que podríamos catalogar de “Bemoles” (me encanta poder decir eso).

Todos somos músicos o aspirantes a músicos, pero cuando el tema se vuelve feo cuando tenemos músicos del aire. Tengo un compañero (en realidad tenía, lo cambiaron de curso) que es el personaje más desesperante del mundo. Es Baterista del aire, se la pasa tocando las mesas como si fueran baterías y toca tambores y platillos virtuales toda la clase. Mueve su cabeza y parece estar siempre en la luna. Creo que le dieron mucho ritalín cuando chico.

La suicida: Hay una niña, de pinta menuda, flaquísima y que se sienta mirando el piso. La primera vez que la vi, creí que al día siguiente no llegaba porque iba a estar muerta a esa altura. Bueno, en realidad es puro pre-juicio, ella es una niña (14 a 16 como máximo), mirando al suelo porque es tímida y vistiéndole raro. A los 16 yo me ponía pantalones color pastel amasados, así que no puedo alegar nada.

Por el momento voy a escribir hasta aquí no más para que no se alargue tanto.